Qué siente una persona con macroadenoma de hipófisis

Antes de nada, cada dolor es diferente, todos tenemos una escala de dolor distinta. 

Esto es sólo una parte de cómo lo viví yo.

Al principio no era nada más que un leve dolor detrás del ojo izquierdo, parecido al momento en el que te tomas algo frío, así me dí cuenta. El cuerpo es sabio y te avisa cuando pasa algo raro.

Todo siguió más o menos estable hasta que se dieron cuenta de que la medicación no funcionaba conmigo    ( Dostinex y luego Carbergolina hasta 2mg) .

A los meses, el dolor fué creciendo hasta el punto, a veces, de perder visión y quedarme dormida la parte izquierda de mi cuerpo. Ese sufrimiento, quizás diez minutos, en los que te dá la locura y  no sabes qué hacer . Yo encontré mi truco, mojarme la cabeza con agua fría era lo único que aliviaba mi infierno. Hasta que mi cuerpo se acostumbró y ya no bastaba con acabar con la ropa puesta empapada bajo el grifo sinó que salía al balcón, en busca de oxigeno, ya fuera verano o invierno. 

Sufrimiento, llanto, impotencia, dolor, hay tres años en mi vida, que fueron muy duros; siempre recordaré una vez que iba a mi antigua casa (estábamos a unos 100 m de allí), con mi princesita agarrados de la mano y me dió un pinchazo (así le llamo yo) de los fuertes, no veía nada, tenía el brazo engarrotado, el puño no podía abrirlo , mi pequeña tenía unos 3 añitos, ella sabía qué pasaba y me dijo: -siéntate Papá. Me intentó calmar con sus manitas donde sabía ella que me dolía y me dijo: -vamos papi, descansa un poquito y vamos a casa y el agua te curará. Pasó gente por delante y nadie fué capaz de decir nada. Ahí me sentí quizás más vulnerable. 

La cosa no mejoró mucho los dolores seguían, cansancio de aguantar mucho los dolores, mi negatividad, hasta que llegó la primera operación. ¡¡Bua!! ¡¡ Que ganas!! Fue la casualidad pero fué el día después del cumple de mi pequeña princesa el 3 de Noviembre ​  ¡ Porfin ibas a tener un papá!   

Todo fue bien, lo único que, al ser tan grande, no se podía quitar todo (unos 4cm ,ya en otro post pondré cómo es el post operatorio), pero al mes más o menos vinieron los dolores. Fué al llegar después de la segunda resonancia, que el neurocirujano me dijo que había crecido más que el otro, solo pude saborear un mes ser «normal», a partir de ahí los dolores fueron todos fuertes en cualquier momento del día.

 El neurocirujano me dijo que me llamarían un viernes para operar el martes y al menos estuve tres meses llamando los jueves, a veces recién habiendo sufrido un pinchazo y llorando que porfavor me operarán ya. En Octubre me llamaron para operar, pero entrando en quirófano, vieron que tenía fiebre y no podían operar había peligro, el destino tenía algo para mi.

 Así que…. esperé a la semana que estaba mejor y ya estaba llamando para volver a operar,  pero nada … Me puse bastante malo de la cabeza, con náuseas y fui otra vez pero me decía que era normal y cojo el alta porque no tenían intención de intervenir, solo quería estar con mis chicas y la casualidad fué que al día siguiente de cojer yo el alta, justo después de llevar a mi princesa al colegio, me dió el dolor más terrible que se pueda explicar, un dolor insoportable, mi mujer trabajando, no encontraba el teléfono, con los nervios de buscarlo me dió más fuerte y me tumbé en el suelo donde corría un poco de aire, no se iba, lo siguiente que recuerdo era estar en la ducha desnudo ( no se cómo ) con agua helada y ahí vino tal dolor aún más fuerte, noté que no podía abrir el párpado izquierdo pensé que era por el agua helada. Sabía que era llamar a la ambulancia o me iba al otro barrio , no recuerdo mucho pero la siguiente imagen que me viene, era llamando a la ambulancia y repitiendo como un loco mi dirección, recuerdo luego estar bajando las escaleras, no se cómo tampoco, pero me puse un pantalón y una camiseta. Fuí bajando como pude ,me acuerdo que lo veía todo inclinado, bajé hasta que vi un vecino, le repetí el teléfono de casa de mis padres , me preocupaba mi princesa que no fueran al colegio a buscarla. No recuerdo nada más hassta llegar al segundo hospital, pero en el primer hospital, el de Blanes me  decía​n que gritaba de dolor y pedía morfina (en otro post explicaré mi experiencia y mis sueños que tuve con la morfina). Me lograron calmar y estabilizar. 

A los dos días, después de varias pruebas, me operaron.

Asi quede al día siguiente de la hemorragia o sangrado del tumor

Aquí estoy operado, justo antes de quitarme los tapones

La cara era mirando haber si podía abrir el párpado

Desde ese día saboreo cada milímetro de mí día a día, intentó sonreír y ver todo desde otra perspectiva nuestra vida para poder vivirla a tope.

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